viernes, 8 de mayo de 2009

La fábrica de oro

¿Cómo se debe convertir la pelusa de banana en oro? Pues Nai Ha lo consiguió. ¿Quieres saber cómo lo hizo?
"Érase una vez, un hombre llamado Nai Ha que vivía en una pequeña aldea cercadel rio Mekong y amaba el oro más que cualquier cosa en el mundo. tanto le gustaba el oro que sonsumía todo su tiempo en descubrir cómo convertir las cosas en oro. Poco a poco, se fue haciendo más pobre porque todo su dinero lo utilizaba para experimentar, y así llegó un día en que Nai Ha no pudo mantener a su familia.
Su esposa, agobiada por el problema de Nai Ha, pidió ayuda a su padre, a ver si éste le podía quitar los pájaros de la cabeza a Nai Ha.
Así, al cabo de unos días Nai Ha fue invitado por su suegro a comer. Mientras comían el suegro de Nai Ha le dijo:
- Ya me ha dicho mi hija que tú también te dedicas al arte mágico de la obtención de oro. Como eres el marido de mi quierida hija te diré un secreto - el suegro miró a los lados y bajo mucho la voz - tengo la fórmula para obtener oro.
Nai Ha, muy contento y nervioso, le preguntó al suegro cuál era el secreo.
-¡Sólo necesito una cosa para poner en marcha la fórmula pero necesito tu ayuda!
-¡Claro que te ayudaré! Sólo dime que quieres que haga.
- Lo que necesitamos son tres kilis de aquella pelusa que crece bajo las hojas de banano o cambures. Atención: las hojas que tomaras aquelas pelusas deben ser de los árboles de los bananos que tú mismo has plantado y cultivado en tus campos. Cuando hayas recogido bastante pelusa, tráemela, juntos haremos oro.
Nada más llegar a casa, Nai Ha le contó el pacto que había hecho con su suegro y al día siguiente la familia ya estaba plantando árboles de bananos o cambures.
Con el tiempo las plantas crecieron, y con mucho cuidado Nai Ha sacaba de cada hoja la ligera pelusa. Estaba tan concentrado en el proyecto que ni se daba cuenta que la esposa y los hijos recogían los bananos y cada día los llevaban a vender al mercado de la aldea.
Después de 3 años de intenso trabajo, Nai Ha había recogido poco más de medio kilo de pelusa: un trabajo fatigoso, pero Nai Ha sólo pensaba en el pacto con su suegro y los 3 kilos de pelusa de banano.
Al cabo de muchos años, Nai Ha logró recoger 3 kilos de la blanca pelusa que le había pedido el suegro. La puso en un cesto y se la llevó al anciano.
-¡Qué bien! Seguiste mis indicaciones y has trabajado mucho - dijo el suegro.- Sólo queda convertirlos en oro. Abre la puerta del fondo.
Nai Ha se precipitó hacia la puerta y quedó paralizado a la vista de tantos pedacitos de oro que había en la mesa, destellaban al sol. Alrededor de la mesa, sonrientes sentados la esposa y los hijos de Nai Ha.
-Este es el que hemos ganado vendiendo nuestros bananos en estos 10 años - dijo amablemente la esposa.
-Nai Ha, eres un hombre rico de verdad - dijo su suegro - Así es cómo se convierten las cosas en oro y durante todos estos años lo has hecho casi sin darte cuenta. Ahora tienes que seguir haciéndolo.
Y así fue, Nai Ha siguió el consejo de su suegro y trabajo junto a su familia para conseguir vivir desahogadamente."

Gracias Mónica y David por ésta bonita leyenda... MUAC

La princesa de las aguas y el labrador

Esta leyenda vietnamita explica la historia de un pobre labrador que se encuentra un bonito pez y decide llearlo a su casa. Gracias a este pez conocerá a la bella princesa de las aguas y llegará a ser rey. ¿Quieres saber como lo hizo?
"Había una vez un campesino que tenía un tesoro muy especial. Era un parsol mágico que le había dado el Rey de las Aguas como premio a su bondad. Con este parasol podía hacer llover cada vez que lo abría. De esta manera, sus campos nuncá sufrían sequías y sus cosechas eran siempre abundantes.
Un día que hizo llover así, sus campos quedaron llenos de charcos. En uno de estos charcos encontró un bonito pez. Sus escamas eran brillantes y no paraban de cambiar de colores. Además, se movía con gracilidad dentro del agua. Al labrador le gustó mucho el pez y, pensando que cuando el charco se secara el pez tendría problemas, se lo llevó a su casa. Lo metió en un gran jarrón de agua clara y lo cuidaba cada dia. Además, cada vez que tenía un poco de tiempo libre se sentaba a su lado para admirarlo y hacerle compañía.
Pero desde que llevó elpez a su casa empezaron a ocurrir cosas extrañas. A pesar de que cuando se iba por la mañana a trabajar al campo su casa estaba desordenada y sucia, cuando volvía todo estaba reluciente y en su sitio. Además, encima de la mesa siempre había deliciosos manjares recién hechos, listos para comer.
Una mañana, para intentar descubrir qué pasaba, decidió volver a su casa antes y esconderse tras unos juncos para mirar desde la ventana. Lo que vio le dejó maravillado. Del jarrón salió una bonita muchacha que empezó a limpiar la casa.
Decidió entrar en la casa para hablar con ella. La chica se sorprendió y el campesino intentó tranquilizarla:
- No te asustes-, le dijo el labrador. -¿Pero podrías decirme quién eres?
- Soy la hija del Rey de las Aguas. la verdad es que te vi hablar con mi padre y me enamoré de tí. Quería venir a verte y mi padre me permitió hacerlo. Pero como temía no gustarte, me disfracé de pez.
El labrador se enamoró de ella al instante y al cabo de poco tiempo se casaron. Así vivieron varios años de felicidad absoluta.
Pero un día, unos soldados del rey pasaron por la zona y vieron a la chica. Asombrados por su belleza decidieron llevársela a palacio. El rey, cuando la vio, se encaprichó y decidió hacerla su prometida. Pero lejos de su verdadero esposo, la mujer perdió las ganas de sonreir y siempre estaba apagada y triste.
Mientras, su esposo, que no sabía lo que había pasado, decidió emprender la marcha para buscarla. Recorrió caminos y pueblos, pasando por ríos y montañas. De tanto caminar y preocuparse, el antiguo labrador se quedó en los huesos y sus ropas se transformaron en harapos. con este aspecto tan miserable llegó a la ciudad donde el rey vivía. Cuando oyó hablar de la belleza de la nueva prometida del rey decidió entrar furtivamente en palacio para ver si era su esposa.
Cuando su mujer lo vio, su cara se iluminó y por primera vez en mucho tiempo sonrió, inundada de felicidad. El rey, al ver esta reacción de su prometida, pensó que la razón de su sonrisa era la visión insólita de un mendigo en medio de la suntuosidad del palacio. Por eso decidió cambiar sus bonitos trajes con los del vagabundo, para distraer a su prometida.
Pero en cuanto lo hizo, la mujer llamó a los guardias y les dijo:
- LLevaos a este loco que ha entrado en palacio- Los guardias no reconocieron al antiguo rey y, tomándolo por un vagabundo lo echaron.
Después llevó a su verdadero marido a los apartamentos reales. Así, el joven campesino se convirtió en rey el país no tuvo sequía nunca más, porque gracias a su parason mágico, el nuevo rey hacia llver cuando lo necesitaban. De esta manera, el pueblo nunca volvió a pasar hambre y el antiguo labrador y la hija del Rey de las Aguas vivieron felices en palacio"

Gracias Mónica y David por esta preciosa leyenda... MUAC